domingo, 6 de abril de 2014

El apoyo de los amigos

En todo proceso de recuperación y cambio personal un factor decisivo es el apoyo de los amigos. No basta el terapeuta, los médicos o la fuerza de voluntad de uno mismo. Todo esto es crucial, pero falta algo para completar el proceso y darnos la motivación y los ánimos que necesitamos para seguir luchando.

El amigo tiene un valor terapéutico inmenso. Porque, más allá del tratamiento, el cambio de hábitos, todo lo que se hace en el nivel biológico y conductual, es necesario actuar en el nivel energético y emocional. Aquí es donde los amigos juegan un papel clave. ¿Los amigos te pueden curar? Pueden ayudarte mucho. No son médicos, pero aportan ese apoyo imprescindible para activar tus propias fuerzas curativas, tus defensas, tus recursos internos. Es sabido que las emociones influyen en nuestro metabolismo. De la misma manera que el estrés baja nuestras defensas y nos hace segregar hormonas que nos mantienen alerta y tensos, la presencia de un buen amigo activa el sistema inmunitario, genera confianza, bienestar, y promueve un estado orgánico más relajado  que favorecerá la salud.

“El amor todo lo cura”. Es un dicho popular que encierra una gran verdad. La amistad es sanadora. En mi caso, he tenido la suerte de contar con muchos amigos, una auténtica red de apoyo que, después de seis años de mi incidente ocular, siguen ahí, acompañándome, interesándose por mi estado, buscando alternativas, aconsejándome, ayudándome de mil maneras. Para el amigo, lo importante no es tu ojo, sino toda tu persona. Y cuando recibes su cordialidad, todo en ti mejora: la vista, tu estado anímico y tu salud global.

Una parte de nuestra vida deberíamos dedicarla a apoyar a gente que lo pasa mal. Podemos hacer un bien inmenso a estas personas, y nosotros también nos sentiremos felices compartiendo lo que sabemos y ayudándolas.

¿Por qué me decidí a abrir este blog? Mi intención era esta: poder ayudar a otras personas que hayan vivido una experiencia similar o de otra índole. Saber que puedo ayudar a mucha gente que está siguiendo el blog me llena de alegría y me motiva a seguir adelante en mi investigación por buscar los mejores remedios.

Escribir sobre la propia experiencia también es una auto-terapia, que nos ayuda a ordenar nuestras vivencias y a darles un sentido positivo. Toda enfermedad, todo accidente, nos quiere enseñar algo. Por eso, aunque la ciencia no pueda responder a tu problema en este momento, pienso que siempre hay otras opciones o pueden surgir oportunidades y descubrimientos que nos permitan mejorar. Tengo fe en la maravillosa mente humana y en su capacidad de autocuración. Finalmente, no te cura el médico, te curas tú con tu fuerza vital y con los recursos que te han dado.

¿De dónde he sacado esta fuerza para seguir adelante? De saber que hay un grupo de gente apoyándome. Ellos me animan y me impulsan. No subestimemos nunca la fuerza de las redes humanas.

A raíz del trombo ocular, he sido más consciente de mi salud, tanto física como espiritual. Si no me hubiera ocurrido esto, nunca hubiera llegado a abrirme tanto a aprender, a conocer y a solidarizarme con otros. Me ha abierto los ojos del alma para descubrir el valor de cuidarse y ser conscientes de lo que hacemos, decimos y pensamos cada día. Porque lo que hacemos, decimos y pensamos repercute directamente en nuestra salud.

2 comentarios:

  1. ;) Graciasx3 Padre Joaquín, Amigo Fiel y Eterno!!!
    DNSBG!!! Aaamén...
    Juntos, Edificando vidas!

    ResponderEliminar
  2. Maravilloso Muchas gracias por todo Joaquin.
    Estaba leyendo y mi mente me decía si en todo lo que expresas aquí ya es otro libro. Quiero decir en todos los escritos desde el 1.
    Un gran saludoi

    ResponderEliminar